



Los cupcakes me vuelven loca, los colores, las decoraciones, me encanta mirarlos. Lo de comérmelos es otra historia. Son magdalenas de sabores (chocolate, vainilla, limón, red velvet, fresa...) con una crema, normalmente de otro sabor, encima, también los hay que pueden estar rellenos de otra cosa.
Para mi, el problema que les encuentro es la cantidad de mantequilla que lleva el "buttercream" que es como se llama la crema de la parte superior. Mi pobre estómago europeo no está acostumbrado a procesar ese tipo de grasas y no me sientan bien, pero no me canso de mirarlos!
Los pasteles de este sitio (el de la foto es el 200 de Columbus st, aunque tienen más sucursales) están riquísimos, pero las pequeñas pastelerías de barrio, en mi opinión, no tienen nada que envidiar a estas famosas. Además suelen ser bastante más baratas!