Hoy hemos estado dando una vuelta por el High Line Park, abierto al público desde hace poco en la zona de Chelsea.
Eran unas antiguas líneas de tren que se construyeron en los años 30, para descongentionar el tráfico de trenes en las calles. En los 80 se dejaron de utilizar y en los 90 las quisieron demoler.
Un grupo de activistas que no querían ver desaparecer las vias, lucharon desde el principio de su deshuso para conservarlas. Al final consiguieron que en el 2002 se aprobara un proyecto para construir un parque en las líneas. En 2003 más de 720 proyectos son presentados al público, en Grand Central, y en 2004 se decide quién construirá el proyecto.
En 2006 se empezó la remodelación y este junio se ha abierto el primer tramo.
Es un lugar precioso, que mira por una parte a la ciudad y por otra al Hudson.
Plantas, vegetación, flores, bancos, tumbonas... gente que merienda, te tomas un café, disfrutas del sol, del olor de la naturaleza.
Cuando esté acabado será un parque de unos tres kilómetros de longitud que recorrerá gran parte de la zona oeste de Manhattan. Una línea de aire fresco en medio del asfalto.
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