
Es domingo por la mañana y el Bronx parece una película deo oeste con bolas de ramas secas volando por la carretera.
Voy haca el gimnasio a la única clase de pilates que dan durante la semana y me da la impresión de que el barrio está dormido.
La ciudad que nunca duerme aún no se ha levantado.
1 comentario:
Envidia te tengo, costaestera.
Publicar un comentario